Langre ofrece una de las playas más impactantes de todo el Cantábrico. Se han rodado varios anuncios en ella y ya no aparece en la típica lista de las más bonitas de España por no aburrir (ha aparecido en numerosas ocasiones). El conjunto que forman la playa y los acantilados por los que caminaremos de forma segura (con la Bahía de Santander a la vista), convierten este recorrido en el tramo más bonito del Guía del Camino del Norte para muchos peregrinos. Langre podría considerarse la Cruz de Hierro del Camino del Norte. Si en el Francés coronar el punto más emblemático de la ruta por su altura tiene su componente emotivo, Langre vendría a representar la cercanía al Mar Cantábrico que durante tantos kilómetros nos acompaña en el Camino. Con toda su inmensidad, belleza y esplendor.
Acantilados de Langre
De forma segura, caminaremos durante un par de kilómetros desde la playa de Langre hasta la playa de Loredo y Somo junto al mar. En varias ocasiones la vista es sobrecogedora por la cercanía del Cantábrico y porque se puede apreciar el perfil de la costa sumamente variado y a varias de decenas de metros de altura. Los días de viento y mala mar, la experiencia también puede ser gratificante, de la misma forma que hay que extremar más la precaución, sin acercarnos más de lo debido al acantilado.
Dormir en Langre
Langre Wayve House
Sin ningún género de dudas, uno de los albergues más espectaculares de todos los caminos. Por instalaciones, ubicación (cerquísima de la impresionante playa de Langre), vistas, sosiego, diseño y atención de sus profesionales. El bar con platos originales y clásicos (ensalada de naranjas, torreznos, rabas, pasta del chef, smoothies, mojitos). La mayoría de los vegetales que utilizan son de cosecha propia.
Para colmo son unos entregados al Camino. Han peregrinado en Japón, Francia, Italia y multitud de caminos a Santiago por España. Sus responsables atienden también otros albergues de peregrinos, en este caso de donativo.
En cualquier caso es un hostel boutique orientado no solo a peregrinos. Os podéis encontrar surferos o amantes de la playa en general en un ambiente distendido y alegre pero tranquilo.
Un lujazo dormir tan cerca de la playa de Langre y del recorrido más espectacular del Camino del Norte antes de llegar a Santander.
Los dueños del hostel organizan retiros y festivales de crecimiento personal con actividades como yoga, meditación, ecstatic dance, open floor, conciertos oníricos. Su propuesta al respecto se llama, Fiestival. La encontraréis pinchando aquí: fiestival
Relax en Langre
Playa de Langre
Cualquier peregrino con algo de buen gusto se queda embobado al apreciar este arenal con forma casi perfecta de concha y las verdes praderas que lo delimitan. Una de las playas, sin duda, más bellas de Europa, ideal para la práctica del surf, por otro lado. La mitad derecha mirando al mar es nudista (el puesto de socorrista marca el límite). En fin, un lujo caminar en dirección a Santiago, llegar a esta playa, darse un chapuzón y secarse sobre su fina arena.
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