Tanto la villa de Castrojeriz como su castillo, la casa «El Fuerte», la Iglesia de San Juan o La Torre están declarados Bienes de Interés Cultural. Es un claro ejemplo de localidad en la que no se diferencia Camino de núcleo urbano. Es todo uno. La ruta atraviesa Castrojeriz a través de kilómetro y medio y todo giraba y gira en la actualidad en torno al trazado jacobeo. Dos de sus albergues son imperdonables, así que habrá que elegir.
Albergue Rosalía
Lo primero; el nombre, que es insuperable. Es el nombre de la madre del propietario, Javier. Nos conocimos de casualidad en el Camino y posteriormente comprobé que su ofrecimiento de albergue es de los más generosos del Camino. 12 o 10 euros la cama (no existen las literas) en habitación compartida y en torno a 30 la habitación doble. La cena vegetariana y honesta como la definen son 9 euros y es otro lujo. El edificio, conocido como Casa de Cordón, es el que más se aproxima al del albergue de Roncesvalles en antigüedad (medio siglo). La diferencia es que siendo un privado les mueve mucho menos que a ellos hacer caja. C. Cordón, 2. Telf.: +34 947 373 714. Para reservar pincha aquí: 
Albergue Orión
En Castrojeriz hay nada menos que 8 albergues. Nos quedamos con este y Rosalía, además de porque Songhui y Dani, sus dueños (coreana y español), son conocidos nuestros, porque se nota a la legua que al ser peregrinos se adaptan a nuestras necesidades. Un lugar de clara inspiración asiática, por la comida que ofrecen, la limpieza extrema o las formas siempre educadas. Un éxito, que la cena sea a base de comida coreana. No digamos entre los compatriotas coreanos de Songhui. Misterios de la condición humana, es la única nacionalidad a la que mayoritariamente no le gusta la comida española, así que van todos derechitos al Albergue Orión. Aunque no seas coreano, si tienes las papilas gustativas abiertas de mente, apúntate a la cena. Es muy recomendable. Av. de la Colegiata, 28. Telf.: +34 672 580 959. Para reservar pincha aquí:
La Posada de Castrojeriz
Si no toca albergue este día, esta posada con excelente restaurante (El Mesón) será un acierto. Todas las instalaciones se ajustan a la estética tradicional castellana. C. Landelino Tardajos, 5. Telf.: +34 947 378 610. www.laposadadecastrojeriz.es. Para reservar pincha aquí:
Restaurante El Mesón
Comida castellana tradicional del tipo cordero guisado, legumbres varias, como el cocido de garbanzos y postres caseros igual de apetitosos. www.laposadadecastrojeriz.es
Bar El Jardín
Nos encanta que existan establecimientos con esmerada decoración en el Camino, y este es un buen ejemplo. Además de ser un lugar acogedor y de relax con su fabuloso jardín; la comida casera es de lo mejorcito (incluido el salmorejo, similar al gazpacho y dificil de encontrar de Madrid para arriba). www.bareljardin.es
Albergue Orión y Albergue Rosalía
Sentimos la insistencia pero es que la cena que preparan la pareja de dueños del albergue, te saldría por unos 30 euros en Madrid, por aquello de lo exótico de un menú coreano. Aquí pagas una tercera parte y se agradece cambiar los socorridos menús de peregrinos, sopas de ajo, lentejas o pasta (que nos encantán por supuesto, pero que te pueden terminar aburriendo) por los platos que preparan Sanghui y Dani. Lo mismo decimos de Javier en el Albergue Rosalía, cena vegetariana que saldría por el doble de precio en cualquier ciudad.
Iglesia de San Juan
Imponente templo perteneciente en su día a los Templarios (muy presentes en este tramo del Camino) y más tarde a la orden de los Antonianos junto con el Convento de San Antón. En lo alto de la iglesia se observa el rosetón con forma de estrella de cinco puntas, de significado místico.
Cuenta con claustro del siglo XVI con artesonado mudejar con alusiones astrológicas y varias capillas funerarias. El retablo mayor es de pino dorado y estilo rococó del siglo XVIII.
El Templo del Silencio (anteriormente Hospital del Alma)
Por planteamientos como el que ofrece Mauricio (Mau) es por lo que tiene sentido la pasión que algunos sentimos por el Camino. Los dos nombres que ha tenido el espacio, Hospital del Alma y Templo del Silencio nos parecen a cúal más poético y entrañable. Es un espacio para la reflexión, la calma, el relax. Sin concesiones al lucimiento, ni al ego como los grandes maestros del Camino y de la vida. No te ponemos la dirección para que te dejes llevar hasta este lugar con tanto encanto.
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