Chinches en el Camino¡Chinches en el Camino, de entrada no! ¡De salida tampoco! La higiene en el Camino resultó desde el principio de los tiempos un asunto esencial para la buena marcha de la peregrinación a Santiago. Hasta el resurgir del Camino en las últimas décadas con duchas de agua caliente en la mayoría de los establecimientos donde pernoctamos, la higiene personal de los peregrinos era un campo de batalla, casi perdido, ya que solo era viable que se asearan en condiciones en ríos y pantanos cercanos al Camino y cuando la temperatura era favorable.

Mientras tanto, el lavado de gato mañanero y el aseo con palanganas y jofainas era lo más a lo que se podía aspirar. Estas dificultades para la higiene redundaban en otros ámbitos del Camino, como las enfermedades (muchas mortales) que contraían los peregrinos. A veces de índole infeccioso y atribuibles al escaso aseo personal. Por aquello de que miseria trae miseria, los hospitales de peregrinos tampoco se esmerarían en exceso dado que allí iban a dormir cientos de pereginos que desprendían un olor corporal no muy agradable.

Por otro lado, muchos peregrinos dormían en pajares, establos y demás lugares (a veces) poco salubres por lo que la difusión de insectos indeseados como las chinches, las pulgas o las garrapatas eran muy habituales.

Y lo sigue siendo, señoras y señores:

Seguimos a vueltas con todos esos insectos en algunos pocos albergues, lo que no implica que haya que preocuparse ni obsesionarse con el asunto más de lo debido. Hay diversas teorías al respecto. Aquí van varias que a mi modesto entender (propietario varios años de un albergue privado y hospitalero voluntario en 5 albergues de donativo) explican que no haya forma de erradicarlas:

– Ciertos albergues no son inspeccionados por las autoridades sanitarias. Principalmente los municipales y los de donativo por estar en demasiadas ocasiones en el limbo legal y no estar regulados como establecimientos de ningún tipo. O simplemente porque a los inspectores del «ramo» les suena a chino el Camino y para ellos no existen esos albergues.

– ¿Qué pasa cuando hay avisos de que existen chinches en el Camino en determinado establecimiento? Normalmente porque al acudir el peregrino a una consulta médica, esos sanitarios lo advierten. Ocurre que las administraciones se limitan a solicitar la fumigación del albergue (pensión u hotel) en los que se detectan. Sin ser conscientes de que no es suficiente (basta con que a los 4 días llegue otro peregrino con chinches y vuelvan a asentarse allí.

– No hay milagros:

Pero la pelea contra estos insectos requiere de más medidas que la mera fumigación e inspección rigurosas. Entre otras, la de obligar a los peregrinos a mantener un mínimo de higiene personal así como de la ropa y mochila que utilizan. Lavarla convenientemente, vamos. No ocultar que hemos sido picados en jornadas precedentes por las chinches cuando llegamos a un albergue para que los hospitaleros actúen en consecuencia.

Lo ideal es que se desprenda de toda la ropa y mochila, ofrecerle ropa limpia, fumigar todo en una bolsa de basura negra y ponerla al sol si hace calor. Para después lavarlo y secarlo a máxima temperatura) y por supuesto mantener el albergue, las camas y las literas lo más limpias y desinfectadas posibles.

Por último un truco de muy bajo precio que algunos nos dedicamos a divulgar y es obra del ingenio de uno de los grandes del Camino: Alfredo, el hospitalero de Molinaseca. Se trata de un decapador de pintura (35 euros aproximadamente, su precio) que viene a ser como un secador de pelo pero a lo bestia ya que saca el aire a unos 400 grados de temperatura. Con cierta paciencia lo pasas por todas las esquinas, ranuras y superficies en las que han podido anidar nuestros inqulinos indeseados (las chinches en el Camino). O bien en una limpieza en profundidad o bien en la zona en la que ha dormido alguien que las portaba o podía ser el caso.

Y para terminar:

La irritante consideración que me hizo en su día un responsable de la gestión del Camino de Santiago en una comunidad autónoma española:

Según le habían explicado varias empresas de desinfección y esta persona hizo muy suyo el principio a pesar de mis reparos ante semejante desvarío:

«La higiene de los albergues no tiene nada que ver con la proliferación de chinches». Aún estando impolutos puede aparecer alguna chinche puntual porque la acaba de traer algún peregrino. Pero precisamente con mucha higiene impediremos que no proliferará y en la mayoría de los casos conseguiremos exterminarlas.

Te recordamos que puedes contratar nuestros acompañamientos en el Camino de Santiago. Siempre pernoctamos en lugares sumamente limpios. Pilgrino ofrece diversos servicios en el Camino Francés y en el Camino del Norte. Aquí los puedes consultar:

Camino de Santiago de lujo

Camino de Santiago del norte

El Camino de Santiago en grupo

la etapa mas bonita del Camino de Santiago