Project Description
< Anterior Siguiente >
Merece mucho la pena pasar por Castrillo de los Polvazares. No supone apenas desvío como os explicamos en la etapa correspondiente: Astorga-Foncebadón (26 km) y se trata de una de esas joyitas arquitectónicas rurales de nuestro país. Como en muchas localidades maragatas, sus casas cuentan con un gran patio donde organizaban las familias la actividad de arrieros que se desarrollaba. Comerciaban con pescado, vino, conservas. Una actividad que empezó a decaer con la llegada del ferrocarril a Astorga hace siglo y medio. Si nos hemos quedado con antojo de cocido maragato o nos ha parecido poco el que nos zampamos ayer, en Castrillo hay varios pedazos de restaurantes donde disfrutar de semejante festival calórico.
Comenta o déjanos tu recomendación.